Feria Costumbrista Ckunsa Ckapar: Celebrando Nuestras Raíces en San Pedro de Atacama

Miércoles 25 de septiembre de 2024.- Este 27, 28 y 29 de septiembre, la Plaza de San Pedro de Atacama se llenará de vida, cultura y tradición con la realización de la Feria Costumbrista Ckunsa Ckapar (Nuestras Raíces). Esta feria, organizada durante todos los meses por la Fundación de Cultura y la Municipalidad de San Pedro de Atacama, a través del programa Fomento Productivo, tiene como propósito resaltar y honrar las costumbres ancestrales atacameñas.

La feria es una ventana abierta hacia las tradiciones locales, donde artesanos y artesanas de Atacama la Grande exponen sus productos, compartiendo su legado cultural con turistas y residentes de la comuna.

Los asistentes pueden disfrutar de una amplia variedad de actividades y presentaciones que incluyen muestras de artesanía tradicional y productos locales. Además, la feria ofrece espacios de interacción donde los visitantes tienen la oportunidad de conocer de primera mano las técnicas ancestrales utilizadas por los habitantes del altiplano, que van desde la confección de textiles hasta la elaboración de alimentos autóctonos.

“La Feria Ckunsa Ckapar es una oportunidad única para que tanto locales como visitantes se acerquen a las raíces culturales de San Pedro de Atacama. A través de la artesanía y el patrimonio local, buscamos preservar y difundir el legado del territorio” señaló Rubén Reyes Aymani, director ejecutivo de la Fundación de Cultura.

La feria busca fortalecer el sentido de pertenencia y la identidad cultural de Atacama la Grande, en un entorno que invita a recordar las raíces y valorar el patrimonio cultural vivo que ha perdurado a lo largo de los siglos.

Además de la riqueza cultural, la Feria Costumbrista Ckunsa Ckapar es un espacio ideal para compartir en familia, donde tanto grandes como chicos pueden descubrir la riqueza de las tradiciones locales, aprender sobre la cosmovisión atacameña y disfrutar de una jornada entretenida en el corazón de San Pedro de Atacama.

SAN PEDRO DE ATACAMA

Es un ícono cultural que combina historia, arte y naturaleza. Sus construcciones de adobe y piedra son la puerta de entrada a las maravillas del altiplano. La iglesia de San Pedro, con retablos coloniales, y el cementerio con vistas espectaculares, reflejan la historia y diversidad cultural. El Pukará de Quitor simboliza la resistencia atacameña.

PEINE

A 2,800 metros, combina historia y naturaleza con viviendas de adobe y piedra. La iglesia de San Roque, del siglo XVIII, y el cementerio con vistas al Salar de Atacama son espacios de reflexión y conexión con tradiciones funerarias. Peine también es ideal para descubrir misterios arqueológicos y paisajes naturales, destacando la agricultura en terrazas y la producción de quinua.

SOCAIRE

En el paisaje andino, presenta terrazas agrícolas que desafían la aridez del altiplano. Las construcciones de piedra volcánica y adobe reflejan la adaptación ingeniosa de sus habitantes. La iglesia de San Bartolomé, con retablos coloniales, y el cementerio con vistas panorámicas destacan la conexión con el entorno. Socaire es un punto de partida para explorar el Salar de Atacama.

CAMAR

Un pintoresco pueblo con construcciones de adobe y techos de paja, destaca por su iglesia del siglo XIX con arte sacro y un cementerio a 3,800 metros de altitud, adornado con flores y objetos personales. Rodeado de montañas, ofrece paisajes espectaculares y rutas de senderismo. Sus festividades, como la fiesta patronal de San Antonio, reflejan la rica tradición y fe de la comunidad.

TALABRE

A 4,200 metros, Talabre ofrece vistas majestuosas del volcán Lascar y otros picos andinos. Sus tradiciones agrícolas y pastoriles perduran en un entorno desafiante. La capilla local es el centro de la comunidad, y las rutas hacia los campos de lava del volcán Lascar atraen a los aventureros.

TOCONAO

Con sus construcciones de piedra liparita, transforma un entorno árido en un oasis agrícola. La iglesia de San Lucas y el cementerio elevado son emblemáticos del pueblo. La producción de vino artesanal y la Vendimia muestran la conexión de Toconao con la tierra. El Valle de Jere resalta la riqueza agrícola en contraste con el desierto circundante.

GUATIN

A 3,900 metros, es un pequeño poblado donde piedra volcánica y adobe se combinan en viviendas duraderas. Rodeado de cactus y formaciones rocosas, el pueblo mantiene ritos ancestrales. Su capilla sencilla y el cementerio pequeño honran a los difuntos, y las festividades celebran la conexión con la naturaleza desértica.

MATANCILLA

Situado a 3,800 metros de altitud, Matancilla muestra la adaptabilidad humana con sus construcciones de adobe y piedra. Las técnicas ancestrales en viviendas con techos de caña y barro reflejan la capacidad de sus habitantes para prosperar. Este pueblo, centro agrícola y espiritual, conserva tradiciones vivas en su capilla y cementerio.

RÍO GRANDE

Un bastión agrícola en un paisaje árido, ha evolucionado a lo largo de los siglos. Las construcciones de piedra y adobe con techos de paja resisten el tiempo, y la iglesia local, uno de los templos más antiguos, refleja la arquitectura colonial del siglo XVIII. El cementerio en la colina y el río que cruza el pueblo son vitales para la comunidad y sus campos.

MACHUCA

A 4,000 metros sobre el nivel del mar, Machuca destaca por su arquitectura de adobe y techos de paja de ichu, preservando las tradiciones ancestrales. Este enclave andino, fundamental en las rutas de pastoreo y comercio atacameñas, es famoso por su legado cultural. La iglesia de San Santiago del siglo XIX y el cementerio con vistas al altiplano narran la resistencia de la comunidad a lo largo del tiempo.